domingo, 18 de septiembre de 2011

Daiana y el papel de la mujer

Como seguramente la mayoría de ustedes sabrán, hace algunos meses se acusó al cantante Kalimba por supuestamente haber violado a una de sus fanáticas cuando él salía de una presentación como DJ en un antro.

Los pormenores del caso ya son materia del dominio público, ya que los principales medios de espectáculos del país se encargaron de atiborrarnos de información para colocarnos en mitad de un debate que parecía no importar a nadie, y terminó importándonos a todos: que si la joven era sexualmente activa y drogadicta desde los 14 años, que si había tenido un pasado conflictivo en el que se hablaba de su expulsión de la escuela o hasta un posible abuso sexual por parte de su tío, su padre o su novio.

Que si era una de esas trepadoras que tanto abundan en el medio, y que se había colgado del nombre de un famoso para obtener algún beneficio, que si la amiga Thaily se encargó de divulgar por todos lados que su 'amiga' era la que había provocado un encuentro sexual con el cantante, y que ambas habían tenido relaciones con él de común acuerdo.

Sí, sí, sí. Ya sé que sólo volver a leer sobre esta noticia da náuseas, y con sobrada razón.

Como si en el medio político no tuviéramos suficiente: divididos en dos opiniones desde el 2006, ahora nos endilgan otro debate eterno y muy difícil de tomar posición.

Quienes apoyan a Kalimba sostienen los siguientes argumentos:

Él es rico y famoso. ("Puede tener las mujeres que quiera", imposible fijarse en Daiana)
Él es hombre. ("El hombre llega hasta donde la mujer quiere")
Él es cristiano. (Ideología que está de moda por salvar del mal camino a los más descarriados)
Él es incapaz. (Buena persona, negrito, lo conocemos desde chiquito, talentoso y sensible. Cómo va a ser...)
Ella es pobre. (Típica trepadora que lo único que quiere es fama y dinero)
Ella es mujer. (Y una mujer a esa edad no anda a esas horas de la noche sola, en un antro. ¿Dónde están sus padres, que no cuidan a una jovencita?)
Ella es golfa. (Tiene una pésima reputación y un pasado sospechoso.)
Ella es capaz. (Por supuesto, ella lo provocó.)

Desde el sentido común suena muy lógico, pero quienes defienden a Daiana sostienen lo siguiente:

Él es rico y famoso. (Por lo tanto tiene más responsabilidad. No se vale abusar del poder que le confiere ser conocido y que muchas fanáticas deseen estar con él.)
Él es hombre. (Pero no pendejo. Debió cuidarse más. Una calentura no lo exime de precaución: pedir indentificaciones quizá no le correspondía a él, pero sí cuidar con quién se acuesta.)
Él es cristiano. (Entonces va, hace su trabajo y se va a dar gracias a Dios solito, o por lo menos no invita chicas a su hotel, va contra los principios de quien 'ha aceptado a Cristo en el corazón')
Él es capaz. (Buena persona, negrito -ya se sabe la fama que tienen los negros- talentoso, sensible. ¡Me canso que es capaz de seducir sin mover un dedo!)
Ella es pobre. (Por lo tanto, con menor educación, fácilmente impresionable, ignorante de muchas cosas, empezando por el mundo del espectáculo, al que el vulgo sólo conoce a través de revistas y la televisión)
Ella es mujer. (Sensible, con derecho a elegir con quién se acuesta si quiere hacerlo, coqueta, sensual)
Ella es golfa. (Experimentada en el sexo seguramente, o con una vida tormentosa que de pronto fantaseó que cambiaría al probar una aventura con un 'artista de la tele')
Ella es incapaz. (Ninguna mujer miente al decir que no le gustó. Pudo haber estado muy dispuesta, pero si fue lastimada, aún sin querer, hay que creerle.)

Las aristas del caso.

A pesar de que se hizo una supuesta 'recreación de los hechos', nunca sabremos a ciencia cierta si lo que para Kalimba estaba siendo sexo apasionado, a Daiana la sobrepasó y la asustó en ese momento.

Seguramente hay un lado muy obscuro de la historia, en el que se ven involucrados los familiares de la joven, su novio, su amiga Thaily, los abogados y los intereses de la prensa, pero se ha convertido esta historia en un caso tan irresolvible, que lo único que les queda a los medios es juzgar moralmente a una u otra parte, tomando posiciones radicales, sin analizar a profundidad el tema.

Legalmente se hallaron huellas de violación en el cuerpo de Daiana, pero insisto, ¿qué no queda ardiente y dolido el espacio cuando uno grita 'Dame más duro'? Lamento ser tan explícita, pero son cosas que uno debe cuestionarse.

Por otro lado, ¿'a quién le dan pan, que llore'? Cierto que Daiana no es una niña modelo (al menos no en ese momento, antes de ser producida para salir en Playboy), pero con algunas copas encima, el furor de la noche, un escote o un pantalón pegadito, puede levantar más de una bragueta sin medir las consecuencias.

Lo que sucedió esa noche sólo ellos pueden saberlo. Hay mucho odio en contra del cantante, y la chica está alentada por los grupos feministas que no con poca razón defienden el que se le acuse de mentirosa sólo por ser la mujer y estar en desventaja social en todos los aspectos.

Ahora la chica ha decidido aceptar una jugosa suma para posar desnuda en la revista para caballeros más prestigiada, y asegura que no lo hace por interés, sino para continuar su pelea en los juzgados para que Kalimba sea enjuiciado y condenado por el delito que cometió.

Por un lado las feministas le aplaudirían de pie tal decisión: ella es libre de mostrar su cuerpo y de no ser juzgada por querer sentirse bella y con el autoestima levantado luego de tal vejación. Sin embargo sabemos que los lectores sólo comprarían la revista por el morbo de saber 'lo que se comió Kalimba', y surgirían chistes y demás tonterías alrededor del evento.

Tampoco estoy segura que esta sea sólo una aparición para levantar la frente y decir 'Esta soy yo, y no me da vergüenza porque estoy limpia de culpa', sino que después, hasta telenovela o reality show le andan ofreciendo. No ha sido bien manejado el caso. El medio de espectáculos es una porquería, y la gente que se presta a que le pisen la dignidad cada que tienen chance. Voy a vomitar algo que no sean más letras. Aquí se los dejo para la tarea.

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jueves, 15 de septiembre de 2011

Una mentada de madre


*Con licencia de las madres


Una mentada de madre es lo único que nos queda a los mexicanos para poder sacar tanto dolor, tanta impotencia, tanto shock por no saber qué más hacer o por dónde seguir. Una mentada de madre no es una manifestación de odio hacia el Presidente sino de dignidad como pueblo. No es decirle que lo detestamos por ser un estúpido, sino que ya no nos creemos toda su verborrea...

‎...que ya estamos cansados de escuchar y escuchar y tener que callar por miedo o por ignorancia. Una mentada de madre no es ofender a una señora que aparentemente no tiene la culpa de nada, es recordar el daño que hace la educación retrógrada y prejuiciosa a un solo hombre: eduquemos bien a ese alguien o esos que son nuestra responsabilidad. Nunca sabremos si les tocará gobernar un país.

Una mentada de madre en este caso no es una señal de desmadre, es una manifestación de conocimiento, de que exigimos respeto a nuestra propia inteligencia y que no queremos seguir siendo manipulados por los discursos falsos, la falsa sensiblería y el relajo patriotero que finalmente se convierte en un pretexto más de evasión de realidad.

Respeto a quienes hoy se irán a gritar Viva México con singular alegría, y beberán alcohol, usarán los tres colores, cantarán y bailarán. En México nunca falta qué queramos festejar, esta es sólo una oportunidad más para descansar del trabajo y sentir un poquito la identidad nacional que se olvida los demás días, pero quienes vivimos conscientes del dolor y la injusticia de otros, quienes vemos día a día cómo el país se convierte en un almanaque bonito que tapa la mancha de sangre en la pared, no podemos hacer lo mismo.

Una mentada de madre, señoras y señores, en este día, no hace mal a nadie. Al contrario, es tan liberadora como cantar Cielito Lindo. Y hoy yo ya me liberé a través de este escrito. Les agradezco si leyeron hasta aquí. Viva México, que no muera lo bueno.

Respuesta a la convocatoria "Gran Mentada de Independencia a Felipe Calderón" vía facebook

La girada de ardilla


Es muy difícil alzar la voz en un país como éste.

Sí, ya sé que todavía hay cierta libertad de expresión, que aparentemente no deberíamos de andar cuidándonos de nadie, pero lo cierto es que en México uno no puede hablar bien de sí mismo fácilmente.

Sobre todo si eres mujer. Hace varios años publiqué en mi primer blog (este es el octavo) un texto titulado C.I.156: Chick with brains. Afortunadamente nadie lo leyó, porque de por sí tengo problemas para comunicarme, más de uno (o una) me hubiera tachado de petulante y sangrona. He aquí el mencionado manuscrito:


"¡Cómo jode tener este nivel de IQ! Porque si tan sólo pudiera llamarme estúpida, en cualquier momento y lugar hallaría consuelo. Pero a sabiendas de poseer el gran don de la inteligencia superior, es mucho más terrible vencer a la depresión, pues se acompaña no sólo de una abismal sensibilidad que me hace desear tontamente la muerte, sino también de una perra inteligencia que se consume a sí misma en debates internos que no pueden ni quieren encontrar una conclusión.
¡Cómo pudre saberse tan capaz! y cómo hay veces que en lugar de disfrutarse, se padece, se detesta y se maldice el tener pensamientos igual de densos y profundos que esa misma emoción, la que puede producir el saberse con vida. ¿Por qué ahora no soy capaz de vencer mi miedo, mi desprecio y mi frustración? ¿Por qué en otro momento creí firmemente que la vida era bella y que yo era un instrumento bien fabricado para darle color? ¿Por qué ahora sueño con nada, dudo de todo, tengo pánico a ser yo?¡Cómo me jode!, insisto tanto... cómo me amarga, cómo me hace desear ser común.Cómo me ha perdido esta mente abierta, cómo sigue además resistiéndose a ser distinta, cómo sigue aferrándose a un ideal cada vez más difícil o imposible de hacerse real. Cómo me sigue poseyendo, cómo me pertenezco tanto que no quiero regalarme o venderme a nadie ni a nada. Cómo cuesta ser feliz plenamente y sentirse absurdo cuando se cree que lo está..."

Así que, ni modo. Me gira la ardilla, y por eso quise ponerle este título al nuevo blog. A través de mis otros espacios he compartido anécdotas muy personales o he opinado de temas muy apasionadamente haciendo gala de ignorancia no pocas veces. Hoy mi vida ha dado giros tan estrepitosos, que no soy la misma que hace cinco años, cuando empecé a escribir en los cyber espacios. Debo tener un poquito más de madurez, aunque también conservo cierta ingenuidad que deseo preservar en aras de avanzar siempre.

No quiere decir con eso que sea muy acertada en todo lo que diga, mucho menos que deba demostrar aquí la mentada cifra de Coeficiente Intelectual que luego a los psicólogos puede fallarles, el caso es que quiero seguir opinando y quiero creer que pienso. No permitiré que nadie más me haga dudar de mí misma. Este blog me hacía falta, de veras, lo requiero.

Es mío, pero es también es de ustedes. Confiada en que nos girará juntos, sean tod@s bienvenid@s.