jueves, 15 de septiembre de 2011

La girada de ardilla


Es muy difícil alzar la voz en un país como éste.

Sí, ya sé que todavía hay cierta libertad de expresión, que aparentemente no deberíamos de andar cuidándonos de nadie, pero lo cierto es que en México uno no puede hablar bien de sí mismo fácilmente.

Sobre todo si eres mujer. Hace varios años publiqué en mi primer blog (este es el octavo) un texto titulado C.I.156: Chick with brains. Afortunadamente nadie lo leyó, porque de por sí tengo problemas para comunicarme, más de uno (o una) me hubiera tachado de petulante y sangrona. He aquí el mencionado manuscrito:


"¡Cómo jode tener este nivel de IQ! Porque si tan sólo pudiera llamarme estúpida, en cualquier momento y lugar hallaría consuelo. Pero a sabiendas de poseer el gran don de la inteligencia superior, es mucho más terrible vencer a la depresión, pues se acompaña no sólo de una abismal sensibilidad que me hace desear tontamente la muerte, sino también de una perra inteligencia que se consume a sí misma en debates internos que no pueden ni quieren encontrar una conclusión.
¡Cómo pudre saberse tan capaz! y cómo hay veces que en lugar de disfrutarse, se padece, se detesta y se maldice el tener pensamientos igual de densos y profundos que esa misma emoción, la que puede producir el saberse con vida. ¿Por qué ahora no soy capaz de vencer mi miedo, mi desprecio y mi frustración? ¿Por qué en otro momento creí firmemente que la vida era bella y que yo era un instrumento bien fabricado para darle color? ¿Por qué ahora sueño con nada, dudo de todo, tengo pánico a ser yo?¡Cómo me jode!, insisto tanto... cómo me amarga, cómo me hace desear ser común.Cómo me ha perdido esta mente abierta, cómo sigue además resistiéndose a ser distinta, cómo sigue aferrándose a un ideal cada vez más difícil o imposible de hacerse real. Cómo me sigue poseyendo, cómo me pertenezco tanto que no quiero regalarme o venderme a nadie ni a nada. Cómo cuesta ser feliz plenamente y sentirse absurdo cuando se cree que lo está..."

Así que, ni modo. Me gira la ardilla, y por eso quise ponerle este título al nuevo blog. A través de mis otros espacios he compartido anécdotas muy personales o he opinado de temas muy apasionadamente haciendo gala de ignorancia no pocas veces. Hoy mi vida ha dado giros tan estrepitosos, que no soy la misma que hace cinco años, cuando empecé a escribir en los cyber espacios. Debo tener un poquito más de madurez, aunque también conservo cierta ingenuidad que deseo preservar en aras de avanzar siempre.

No quiere decir con eso que sea muy acertada en todo lo que diga, mucho menos que deba demostrar aquí la mentada cifra de Coeficiente Intelectual que luego a los psicólogos puede fallarles, el caso es que quiero seguir opinando y quiero creer que pienso. No permitiré que nadie más me haga dudar de mí misma. Este blog me hacía falta, de veras, lo requiero.

Es mío, pero es también es de ustedes. Confiada en que nos girará juntos, sean tod@s bienvenid@s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario